Instalaciones solares fotovoltaicas

Personas portando paneles en un tejado para instalaciones solares fotovoltaicas

Tabla de contenidos

El uso de la energía solar para generar electricidad es un paso clave en la transición hacia la sostenibilidad energética. Esto se consigue gracias a los paneles fotovoltaicos o paneles solares, los cuales son dispositivos que convierten la luz solar directamente en electricidad. Al ser una fuente limpia y renovable, la energía solar no genera emisiones de gases de efecto invernadero ni contaminantes atmosféricos. Por tanto, a diferencia de los combustibles fósiles, esta fuente de energía es inagotable y contribuye a la reducción de la huella de carbono y a mitigar los efectos del cambio climático, asegurando un futuro más sostenible. A continuación, explicamos cómo hacer uso de esta energía a través de las instalaciones solares fotovoltaicas.

¿Qué es la energía solar fotovoltaica?

La energía solar fotovoltaica es una tecnología que convierte la luz solar directamente en electricidad a través de paneles solares. Este proceso se basa en el efecto fotovoltaico, un fenómeno físico que ocurre en ciertos materiales que generan una corriente eléctrica cuando son expuestos a la luz. Estos paneles están compuestos por múltiples células fotovoltaicas, generalmente hechas de silicio, un material semiconductor. Cuando la luz solar incide sobre estas células, las partículas de luz transfieren su energía a los electrones en el material semiconductor. Esta transferencia de energía excita a los electrones, liberándolos de sus átomos y generando un flujo de corriente eléctrica.

Componentes de las instalaciones solares fotovoltaicas

A continuación, explicamos cada componente de una instalación solar fotovoltaica y su funcionamiento:

– Paneles solares.  Son la parte visible del sistema. Generalmente se instalan en techos o estructuras sobre el suelo. Cada panel está formado por muchas células solares que captan la radiación solar y la convierten en electricidad de corriente continua.

– Inversores. Son los dispositivos que convierten la electricidad de corriente continua a corriente alterna, haciendo posible su uso en el hogar.

Sistemas de montaje. Estos aseguran que los paneles solares estén correctamente orientados y fijados en su lugar. Pueden ser simples estructuras en los techos o instalaciones más complejas que se adapten a otro tipo de terrenos.

– Baterías de almacenamiento. Permiten almacenar el exceso de energía generada durante el día para su uso durante la noche o en momentos de baja irradiación solar. No es un requisito fundamental en la instalación, ya que existen instalaciones fotovoltaicas sin baterías. En estos casos, hay que tener en cuenta que se dependerá de la red eléctrica en los momentos en los que la radiación solar no sea suficiente para generar electricidad.

Tipos de instalaciones solares fotovoltaicas según su conexión y uso

 Las instalaciones fotovoltaicas se pueden clasificar en tres tipos principales según su conexión y uso: instalaciones conectadas a la red, instalaciones aisladas y sistemas híbridos. Cada tipo de sistema tiene sus características específicas, ventajas y aplicaciones según las necesidades energéticas y la disponibilidad de la red eléctrica en el área de instalación.

Instalaciones solares fotovoltaicas conectadas a la red

Las instalaciones solares fotovoltaicas conectadas a la red son aquellas que están integradas a la red eléctrica pública. Esto significa que la energía generada por los paneles solares puede ser consumida directamente en el lugar de la instalación y cualquier excedente puede ser exportado a la red eléctrica. Generalmente no requieren baterías de almacenamiento, ya que la red actúa como un respaldo de energía.

Ventajas:

  • Reducción de costos energéticos: Permite ahorrar en las facturas de electricidad al reducir la cantidad de energía comprada a la red.
  • Fácil integración: Es ideal para áreas con acceso fiable a la red eléctrica.
  • Bajo mantenimiento: Está formada por menos componentes, lo que hace menos compleja su instalación y mantenimiento.

Este tipo de instalación fotovoltaica se puede aplicar en residencias, edificios comerciales o fábricas en áreas urbanas con buena infraestructura eléctrica.

Instalaciones solares fotovoltaicas aisladas

Las instalaciones solares fotovoltaicas aisladas no están conectadas a la red eléctrica pública y dependen completamente de la energía generada por los paneles solares para satisfacer las necesidades energéticas. Por tanto, es indispensable que incluyan baterías de almacenamiento y controladores de carga y descarga para que, en los momentos donde no haya suficiente radiación solar, se pueda seguir usando la electricidad.

Ventajas:

  • Autonomía energética: Ideal para ubicaciones remotas o donde no hay acceso a la red eléctrica.
  • Sostenibilidad: Permite una mayor independencia de las fuentes de energía tradicionales.
  • Aplicabilidad en emergencias: Proporciona una fuente de energía confiable en caso de cortes de suministro.

Este tipo de sistema fotovoltaico se puede aplicar en zonas rurales y aisladas, refugios de montaña, casas de campo y cualquier lugar sin acceso a la red eléctrica.

Sistemas híbridos

Los sistemas fotovoltaicos híbridos combinan las características de los sistemas conectados a la red y los sistemas aislados. Estos sistemas pueden estar conectados a la red eléctrica, pero también incluyen baterías de almacenamiento para almacenar el excedente de energía.

Ventajas:

  • Mayor seguridad energética: Proporcionan una solución más fiable y flexible, combinando las ventajas de ambos tipos de sistemas.
  •  Optimización del consumo: Permiten el uso eficiente de la energía solar y reducen la dependencia de la red eléctrica.
  • Ahorro en costos: Almacenan energía para su uso posterior, lo que puede reducir los costos en áreas con tarifas eléctricas variables.

Este tipo de sistema fotovoltaico se puede aplicar en residencias y empresas que busquen una solución flexible y confiable, ubicaciones con redes eléctricas inestables y áreas propensas a cortes de energía.

Tipos de instalaciones solares fotovoltaicas según su escala y propósito

Las instalaciones fotovoltaicas pueden clasificarse en tres categorías principales según su escala y propósito: huertos solares, instalaciones industriales e instalaciones domésticas. Cada tipo de instalación tiene sus propias características, ventajas y aplicaciones específicas.

Huertos solares

Los huertos solares, también conocidos como parques solares o plantas fotovoltaicas, son grandes instalaciones diseñadas para generar electricidad a gran escala utilizando la energía solar. Estas instalaciones suelen estar ubicadas en terrenos extensos y cuentan con miles de paneles solares.

instalaciones solares fotovoltaicas tipo huerto solar

La electricidad generada se inyecta directamente en la red eléctrica nacional o regional, ya que está destinada a abastecer a múltiples consumidores, desde ciudades hasta industrias.

Ventajas:

  • Economías de escala: La producción de electricidad a gran escala permite reducir costos por kilovatio-hora.
  • Impacto ambiental positivo: Reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Instalaciones industriales

Las instalaciones solares fotovoltaicas industriales están diseñadas para satisfacer las necesidades energéticas de empresas, fábricas y otros grandes consumidores de energía. Estas instalaciones son de tamaño intermedio y suelen estar ubicadas en los techos de edificios industriales o en terrenos cercanos a las instalaciones industriales.

La energía generada se utiliza para abastecer directamente a las operaciones de la industria, reduciendo los costos energéticos y la dependencia de la red.

Ventajas:

  • Reducción de costos operativos: Disminuye los costos de electricidad, lo que puede mejorar la competitividad de las empresas.
  • Incentivos fiscales: Posibilidad de obtener incentivos y beneficios fiscales por el uso de energía renovable.

Instalaciones domésticas

Las instalaciones solares fotovoltaicas domésticas están diseñadas para generar electricidad a pequeña escala, principalmente para el consumo en viviendas. Estas instalaciones son las más comunes y se utilizan para proporcionar energía renovable a los hogares.

Los paneles solares se instalan principalmente en los techos de las casas, aprovechando el espacio disponible y la exposición al sol.

Ventajas:

  • Ahorro en facturas de electricidad: Permite a los hogares reducir significativamente sus costos energéticos al no depender de los precios impuestos por las grandes compañías.
  • Independencia energética: Reduce la dependencia de la red eléctrica y aumenta la autonomía del hogar en términos de energía.

Etapas de una instalación solar fotovoltaica

La instalación de un sistema fotovoltaico implica varias etapas que aseguran que el sistema sea eficiente, seguro y duradero. A continuación, se describen detalladamente cada una de ellas.

1. Primer contacto

En primer lugar, se conoce al cliente y sus necesidades, resolviendo las dudas que pueda tener para comenzar con el proceso.

2. Análisis del caso

Se estudia la situación de cada cliente de forma individual para encontrar la mejor solución. Para ello, es necesario hacer una evaluación inicial del lugar para conocer la viabilidad de la instalación. Se tienen en cuenta elementos como la orientación y la inclinación del terreno, la sombra y el espacio disponible.

A su vez, también es importante hacer un estudio de la irradiación solar, midiendo la cantidad de luz que recibe la ubicación a lo largo del año para determinar el potencial de generación de energía.

Finalmente, se hace una revisión de la infraestructura eléctrica, evaluando la capacidad del sistema eléctrico existente para integrar la energía solar, incluyendo el estado del cableado y los paneles eléctricos.

3. Propuesta

Acorde al estudio previo, se propone una solución óptima y se ofrecen ayudas disponibles para cada servicio. A su vez, se hace una selección de componentes: paneles solares, inversores, sistemas de montaje y, si es necesario, baterías de almacenamiento.

4. Instalación

La instalación de los diferentes elementos consiste en:

– Instalación de los sistemas de montaje en el techo o suelo, asegurando su anclaje y orientación.

– Colocación de los paneles solares, asegurando que estén bien conectados y alineados.

– Instalación del inversor, conectándolo al sistema eléctrico de la edificación.

– Conexión del sistema fotovoltaico al panel eléctrico principal. Si se requiere, se conecta a la red eléctrica o a las baterías de almacenamiento.

Se acompaña al cliente a lo largo de todo el proceso de instalación y desarrollo de cada servicio. Por lo general, es una instalación sencilla que, dependiendo del tamaño del proyecto, puede tardar entre 1 y 3 días en viviendas. En empresas dependerá del total de kilowatios a instalar pero en ningún caso suelen ser proyectos de larga duración. Además, son instalaciones muy limpias en su ejecución.

5. Mantenimiento

Para asegurarse un funcionamiento seguro, eficiente y duradero de la instalación, es necesario que se lleve a cabo un buen mantenimiento de esta. El mantenimiento dependerá de cada tipo de instalación pero, en términos generales, las inspecciones regulares consistirán en:

  • Revisión de los paneles solares para detectar daños físicos, acumulación de suciedad o cualquier obstrucción que pueda reducir la eficiencia.
  • Verificación de conexiones eléctricas para asegurar que no haya pérdidas de energía ni problemas de seguridad.

En función del estado de la instalación, se llevarán a cabo labores de limpieza, mantenimiento del entorno, reparación o reemplazo de componentes y actualización del software en caso de sistemas con monitoreo digital.

Marco económico y legal de la energía solar fotovoltaica

Las instalaciones solares fotovoltaicas están respaldadas por un marco legal favorable y diversas ayudas económicas que hacen que la inversión en esta tecnología sea cada vez más atractiva. A continuación, se explican los costes asociados, los incentivos legales disponibles y el tiempo estimado para el retorno de la inversión (ROI).

Costes de instalación para instalaciones solares fotovoltaicas

El coste inicial de una instalación fotovoltaica se puede desglosar de la siguiente manera:

  1. Paneles Solares: La inversión en paneles solares de alta calidad varía entre 0,5 y 0,8 euros por vatio, lo que significa un coste total de entre 4.000 y 6.000 euros para una instalación residencial típica de 5 kW.
  2. Instalación y mano de obra: El montaje, instalación del inversor, cableado y conexión al sistema eléctrico tienen un coste de entre 1.000 y 2.000 euros.
  3. Baterías y componentes adicionales: El coste de las baterías se sitúa entre 500 y 1.500 euros, mientras que otros componentes adicionales como sistemas de montaje y cableado pueden costar entre 500 y 1.000 euros.

Total del coste inicial: Sumando estos elementos y dependiendo del uso o no de baterías, el coste inicial total oscila entre 5.000 y 15.000 euros.

Costes de mantenimiento para instalaciones solares fotovoltaicas

  1. Mantenimiento anual: Los sistemas requieren inspecciones y limpiezas periódicas con un coste anual de entre 50 y 200 euros.
  2. Reparaciones y reemplazos: Las baterías  y otros componentes pueden necesitar reemplazo cada 5 a 10 años, con un coste estimado de 1.000 euros cada vez.

A continuación, se resume los costes iniciales y de mantenimiento y el ahorro de un hogar medio en función si la instalación cuenta o no con batería de almacenamiento, añadiendo algunos factores de interés:

FactorSin bateríaCon batería
Costo Inicial5.000 – 8.000 €10.000 – 15.000 €
Ahorro anual en la factura300 – 600 €600 – 900 €
Costo anual de mantenimiento50 – 100 €100 – 200 €
Costo de reemplazo de bateríaNo aplica2.000 – 4.000 € (Cada 5 – 10 años)
Retorno de inversión (ROI)6 – 10 años8 – 15 años
Independencia energéticaBaja (dependencia de la red)Alta (menos dependencia de la red)
Reducción de CO2 anual1 – 2 toneladas1,5 – 3 toneladas
Ahorro acumulado en 10 años3.000 – 6.000 €5.000 – 8.000 €

Incentivos estatales y regionales

  1. Deducciones fiscales: El gobierno ofrece una deducción fiscal del IRPF que puede alcanzar hasta el 40% del coste de la instalación de energía solar.
  2. Subvenciones autonómicas: Las comunidades autónomas pueden proporcionar subvenciones directas que cubren entre el 20% y el 50% del coste total de la instalación, dependiendo de la disponibilidad de fondos y los criterios específicos de cada región.

Financiación y apoyo bancario

  1. Préstamos Verdes: Muchas entidades bancarias ofrecen préstamos con bajos tipos de interés y plazos de devolución largos, específicos para la financiación de instalaciones fotovoltaicas.
  2. Programas Europeos: Fondos y programas como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) apoyan proyectos de energías renovables, incluida la instalación de sistemas fotovoltaicos.

Normativa y exenciones

  1. Exenciones de impuestos locales: Algunas comunidades ofrecen exenciones o bonificaciones en impuestos como el IBI y el ICIO, reduciendo así los costes a largo plazo.
  2. Regulación de autoconsumo: La normativa facilita el autoconsumo, permitiendo compensar la energía producida y no consumida mediante sistemas de medición neta, lo que ayuda a reducir aún más la factura eléctrica de los propietarios.

Tiempo estimado para el Retorno de la Inversión (ROI)

Para calcular el tiempo estimado del Retorno de la Inversión, hay que tener en cuenta los siguientes factores:

  • Ahorro anual. Uno de los principales beneficios de usar la energía solar para generar electricidad es el ahorro económico en las facturas del hogar. Estos ahorros anuales están estimados entre 400 y 700 euros.
  • Incentivos fiscales y subvenciones. Aprovechar estas ayudas puede acelerar el ROI.
  • Tarifas de compensación. En España, la energía excedente inyectada a la red se compensa a una tarifa de hasta 0,10 euros por kWh.

Por lo tanto, con incentivos y ahorros en la factura eléctrica, el tiempo estimado para recuperar la inversión suele estar entre 6 y 10 años en el caso de instalaciones sin baterías, y entre 8 y 15 años en instalaciones con baterías. En el caso de hacer uso de las subvenciones y deducciones fiscales, estas pueden reducir el tiempo de retorno en 1 o 2 años, haciendo la inversión aún más beneficiosa.

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